miércoles, 10 de agosto de 2011

¿Cómo hacer reformas sostenibles en casa?

La protección del medio ambiente se ha convertido en una de las prioridades de nuestra sociedad. En el campo de la construcción hace años que se habla de sostenibilidad, pero fue el Código Técnico de la Edificación, al fijar objetivos de eficiencia energética, el que la incorporó definitivamente a este ámbito. Ése fue sólo el disparo de salida, cada vez estamos más concienciados, hemos incorporado estándares de certificación para valorar la sostenibilidad de los nuevos edificios y buscamos formas de construir más eficientes.

Sin embargo, no debemos menospreciar las pequeñas reformas que llevamos a cabo en nuestras casas o en locales comerciales, que por su envergadura no se encuentran dentro del ámbito de aplicación del CTE, pero que también se pueden planificar desde el respeto al medio ambiente.

Si vas a reformar tu vivienda quizás te interese saber que existe una alternativa ecológica para casi todos los materiales que necesitas.

Pinturas ecológicas. 

Decoestilo

Se diferencian de las convencionales en que no contienen sustancias químicas que se transformen fácilmente en gases nocivos para la salud o el medio ambiente. Por lo tanto, son pinturas más saludables durante su aplicación y su vida útil, incluso en caso de incendio no emitirían gases tóxicos. Están fabricadas con materias primas vegetales o minerales como aceites vegetales, resinas naturales, cera de abeja o caseína. La obtención de los pigmentos proviene de óxidos metálicos, tierra o elementos vegetales. También son porosas, por lo que permiten que las paredes dejen pasar la humedad, evitando posibles patologías y la proliferación de hongos y bacterias. A la hora de elegir una pintura ecológica hay que ir con cuidado: para obtener la etiqueta ecológica europea basta con reducir el porcentaje de productos tóxicos en su composición, no obliga a eliminar por completo los disolventes.

Baldosas y azulejos. 


Azulejo Geoglass de vidrio reciclado


Existen baldosas ecológicas fabricadas con materiales reciclados como tubos catódicos de televisor, papel o vidrio. Si ninguna de estas es exactamente lo que buscábamos, podemos optar por comprar baldosas de marcas que a lo largo de todo el proceso de fabricación y vida útil de su producto sean respetuosas con el medio ambiente (obtención de las materias primas, fabricación, distribución, envasado, utilización/reciclaje/eliminación).

Madera: suelos y muebles. 


Si vamos a colocar un parquet de madera o a renovar el mobiliario podemos asegurarnos de que sea ecológica pidiendo que tenga el sello FSC. Es un estándar de certificación de la madera reconocido a nivel mundial que garantiza que procede de montes explotados de forma racional. Este enlace conduce a una lista de tiendas españolas que venden productos FSC.



Una alternativa ecológica respecto a la madera es el bambú. Mientras que ésta se obtiene de los árboles, el bambú es una planta, además de crecimiento muy rápido y que se regenera naturalmente sin precisar replantación. Como material, tiene una dureza similar a la de las maderas frondosas. Por todas estas características es una alternativa sostenible muy interesante que se puede aplicar a suelos, elementos decorativos, muebles, etc.
En el caso de los muebles debemos valorar si es posible darles una segunda vida a los que ya tenemos: retapizar un sofá o volver a pintar una cajonera puede ser una buena solución. También se encuentran piezas muy interesantes de segunda mano.



Carpinterías y protección solar. 
Quizá vamos a hacer reformas y no hemos pensado cambiar las carpinterías. Sin embargo, si las que tenemos son antiguas y disponen de una sola hoja de vidrio valdría la pena replanteárselo porque gracias a este gesto ahorraremos energía en la climatización de nuestro hogar. Con este mismo objetivo también podemos instalar toldos en las fachadas soleadas. Los toldos crean un espacio intermedio más fresco entre el exterior y nuestra vivienda que permite reducir la temperatura en el interior.


Y por último, sanitarios. 
En los grifos sería interesante colocar perlizadores o aireadores, ahorran hasta el 40% de agua. La cisterna del inodoro con doble descarga optimiza el gasto de agua al permitir pasar de 3 a 9 litros y al poder interrumpir la descarga. Si queremos aprovechar la que tenemos basta con introducir una botella llena de agua o arena que reduzca su capacidad.

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