sábado, 27 de agosto de 2011

Smart City, la ciudad del futuro

Las smart cities o ciudades inteligentes son algo de lo que vamos a empezar a oír con frecuencia, sobre todo desde que hace ya años que existen algunas en territorio español, pero, ¿qué son?.

Son ciudades más amables con sus usuarios y a la vez más eficientes en la gestión de los recursos disponibles mediante el uso de la tecnología, la sostenibilidad y la innovación. Estos tres conceptos se aplican en ámbitos como el del transporte, el medio ambiente, la sanidad, la cultura, la seguridad, la economía e incluso el gobierno (transparente) de la ciudad.

Veamos un ejemplo: con un sensor en los contenedores de basuras sería posible saber cuándo están llenos y así optimizar la recogida de residuos, de manera que los ciudadanos viven sin malos olores y los servicios de limpieza vacían los contenedores sólo cuando es necesario. 

Fuente
Las posibilidades son infinitas y muchas están por explorar. Se puede averiguar la humedad de la tierra en jardines para saber cuándo es necesario el riego, predecir la demanda de servicios, conocer al momento la radiación solar para activar o no el alumbrado público o medir la contaminación del aire para avisar a la ciudadanía si se alcanzan niveles peligrosos. Las ciudades inteligentes también exploran otros campos como el de la vivienda, a la que se incorpora la domótica para racionalizar el uso de la energía, o el de la automoción, con el uso de coches eléctricos.

Prototipo de coche urbano © Franco Variani


Con esta información las ciudades pueden ahorrar en la factura de los servicios, reducir sus emisiones de CO2 y su gasto energético y mejorar su habitabilidad.

Para implementar este tipo de tecnologías es necesaria la complicidad de las administraciones, los usuarios y los inversores privados. La rigidez en el funcionamiento de la Administración no suele facilitar todo lo que suena a innovación. Además, ésta debe llegar a acuerdos con empresas que puedan proveer los dispositivos y servicios necesarios, es decir empresas volcadas en la investigación y desarrollo de estos nuevos productos. Por último, requiere una educación de los ciudadanos: se oferta una nueva tecnología que deberán conocer y utilizar y a veces puede ser necesario vencer sus reticencias.

El modelo smart city se está extendiendo por todo el mundo. En Europa recibe el apoyo de la Unión Europea y existen multitud de proyectos relacionados con él, muchas veces financiados o promovidos por empresas del sector de la energía o de las TIC en colaboración con la Administración. 

Entre los proyectos europeos cabe destacar el de Ámsterdam.


Fuente

Engloba 17 iniciativas encaminadas a convertir Ámsterdam en una ciudad inteligente, entre ellas:
- mejora de la eficiencia energética en las piscinas públicas.
- instalación de paneles solares en el centro de negocios de la ciudad para la producción de energía.
- creación de puntos de trabajo al aire libre provistos de energía solar e internet.
- instalación en 400 hogares de un sistema de gestión de energía que informa del consumo realizado y ayuda a ahorrar energía.
- cultivo de alimentos mediante el uso de iluminación LED en edificios y oficinas vacíos.
- ...

Las propuestas son muy interesantes y variadas, aunque todas ellas encaminadas al ahorro de energía. En algunos casos se efectúan pruebas piloto en una parte de la ciudad para estudiar su viabilidad y los resultados antes de extenderlas a todo el territorio.

En España existen ya varias ciudades inteligentes. Indra y Abertis Telecom han desarrollado propuestas para las ciudades de Sant Cugat del Vallès, Lleida, Zaragoza y Rivas-VaciaMadrid. Palencia y Valladolid con el apoyo de la Fundación Cartif también han puesto en marcha un proyecto conjunto. En Santander, en colaboración con la Universidad de Cantabria y Telefónica, se ha implantado una red de dispositivos que tienen como objetivo ofrecer información al ciudadano sobre tráfico, el tiempo, el estado de las playas y la calidad del aire, entre otros. Málaga y Endesa colaboran para integrar las fuentes renovables de energía en la red eléctrica. Sevilla, Barcelona, Vitoria, Granada, son otras de las ciudades inteligentes que tenemos cerca.


miércoles, 10 de agosto de 2011

¿Cómo hacer reformas sostenibles en casa?

La protección del medio ambiente se ha convertido en una de las prioridades de nuestra sociedad. En el campo de la construcción hace años que se habla de sostenibilidad, pero fue el Código Técnico de la Edificación, al fijar objetivos de eficiencia energética, el que la incorporó definitivamente a este ámbito. Ése fue sólo el disparo de salida, cada vez estamos más concienciados, hemos incorporado estándares de certificación para valorar la sostenibilidad de los nuevos edificios y buscamos formas de construir más eficientes.

Sin embargo, no debemos menospreciar las pequeñas reformas que llevamos a cabo en nuestras casas o en locales comerciales, que por su envergadura no se encuentran dentro del ámbito de aplicación del CTE, pero que también se pueden planificar desde el respeto al medio ambiente.

Si vas a reformar tu vivienda quizás te interese saber que existe una alternativa ecológica para casi todos los materiales que necesitas.

Pinturas ecológicas. 

Decoestilo

Se diferencian de las convencionales en que no contienen sustancias químicas que se transformen fácilmente en gases nocivos para la salud o el medio ambiente. Por lo tanto, son pinturas más saludables durante su aplicación y su vida útil, incluso en caso de incendio no emitirían gases tóxicos. Están fabricadas con materias primas vegetales o minerales como aceites vegetales, resinas naturales, cera de abeja o caseína. La obtención de los pigmentos proviene de óxidos metálicos, tierra o elementos vegetales. También son porosas, por lo que permiten que las paredes dejen pasar la humedad, evitando posibles patologías y la proliferación de hongos y bacterias. A la hora de elegir una pintura ecológica hay que ir con cuidado: para obtener la etiqueta ecológica europea basta con reducir el porcentaje de productos tóxicos en su composición, no obliga a eliminar por completo los disolventes.

Baldosas y azulejos. 


Azulejo Geoglass de vidrio reciclado


Existen baldosas ecológicas fabricadas con materiales reciclados como tubos catódicos de televisor, papel o vidrio. Si ninguna de estas es exactamente lo que buscábamos, podemos optar por comprar baldosas de marcas que a lo largo de todo el proceso de fabricación y vida útil de su producto sean respetuosas con el medio ambiente (obtención de las materias primas, fabricación, distribución, envasado, utilización/reciclaje/eliminación).

Madera: suelos y muebles. 


Si vamos a colocar un parquet de madera o a renovar el mobiliario podemos asegurarnos de que sea ecológica pidiendo que tenga el sello FSC. Es un estándar de certificación de la madera reconocido a nivel mundial que garantiza que procede de montes explotados de forma racional. Este enlace conduce a una lista de tiendas españolas que venden productos FSC.



Una alternativa ecológica respecto a la madera es el bambú. Mientras que ésta se obtiene de los árboles, el bambú es una planta, además de crecimiento muy rápido y que se regenera naturalmente sin precisar replantación. Como material, tiene una dureza similar a la de las maderas frondosas. Por todas estas características es una alternativa sostenible muy interesante que se puede aplicar a suelos, elementos decorativos, muebles, etc.
En el caso de los muebles debemos valorar si es posible darles una segunda vida a los que ya tenemos: retapizar un sofá o volver a pintar una cajonera puede ser una buena solución. También se encuentran piezas muy interesantes de segunda mano.



Carpinterías y protección solar. 
Quizá vamos a hacer reformas y no hemos pensado cambiar las carpinterías. Sin embargo, si las que tenemos son antiguas y disponen de una sola hoja de vidrio valdría la pena replanteárselo porque gracias a este gesto ahorraremos energía en la climatización de nuestro hogar. Con este mismo objetivo también podemos instalar toldos en las fachadas soleadas. Los toldos crean un espacio intermedio más fresco entre el exterior y nuestra vivienda que permite reducir la temperatura en el interior.


Y por último, sanitarios. 
En los grifos sería interesante colocar perlizadores o aireadores, ahorran hasta el 40% de agua. La cisterna del inodoro con doble descarga optimiza el gasto de agua al permitir pasar de 3 a 9 litros y al poder interrumpir la descarga. Si queremos aprovechar la que tenemos basta con introducir una botella llena de agua o arena que reduzca su capacidad.
Paperblog http://www.wikio.es