Desde hace unas semanas participo en un foro de arquitectura bioclimática y para estrenarme quise enseñar una casa que me parece muy interesante, obra de Ensamble Studio / Antón García-Abril. El caso es que, para mi sorpresa, en el foro se generó un debate bastante animado.
La casa en realidad es una cabaña de pocos metros cuadrados, perfectamente integrada en el entorno gracias a su proceso constructivo. Para empezar se apiló tierra vegetal dejando un agujero en el centro, a continuación se colocaron balas de paja para crear lo que sería el espacio interior de la cabaña y por último se vertió hormigón en masa, que ocupó el espacio vacío entre la tierra y la paja.
La tierra cedió y el hormigón fraguó creando un volumen irregular y tiñéndose del color de la tierra. Cuando se retiró la tierra apareció el volumen exterior de la casa, con la apariencia de una piedra.
Ya sólo faltaba vaciar la paja para poder acceder su interior. De este trabajo se encargó una ternera, que durante un año se alimentó de ella hasta alcanzar un peso de 300 Kgs.
El resultado es una casa en la que es difícil discernir entre lo natural y lo artificial.
A mí, personalmente, el proyecto me ha gustado mucho, tanto el resultado como la idea. Desde el punto de vista arquitectónico, no se puede decir que el concepto de vaciado de un volumen en lugar de construir el espacio, sea novedoso, pero desde luego no es algo habitual hoy en día.
Tanto las fotografías como el vídeo tienen © de Ensamble Studio y Antón García-Abril. En caso de que deseen que sean retiradas pueden contactar conmigo usando las vías de comunicación de este blog.